800 kilómetros de rutas jacobeas le permiten a Lugo atesorar muchas historias y muchos rincones por descubrir. Además de una puerta de entrada a Galicia, Lugo es una de las provincias españolas con más superficie atravesada por distintas variantes del Camino de Santiago.
Ningún recuerdo será mejor que los momentos que irás acumulando en tu recorrido por la provincia, pero poder mostrarle a todo el mundo el documento que así lo acredita tampoco está nada mal. Por eso si inicias el Camino en la provincia podrás obtener la Compostela al acabar tu recorrido.
Lugo lo tiene todo: montaña y mar; entornos urbanos y paisajes rurales; sol y lluvia. Las rutas jacobeas transcurren por el corazón de dos de las reservas de la Biosfera con las que cuenta la provincia, la de Terra do Miño y la del Río Eo, Oscos y Terras de Bouro. Tú eliges el ritmo, la provincia te da el resto.
Reponer fuerzas para completar los distintos tramos será una suerte para tu paladar. La calidad de las materias primas de la provincia, internacionalmente conocida por su carne y su pescado, sumada al buen trabajo de los hosteleros, será el pretexto perfecto para una experiencia para los cinco sentidos
El mar siempre transmite fuerza pero imagínate caminando contemplando de tú a tú la emblemática playas de As Catedrais, considerada como una de las mejores de toda Europa. Recorrer el Camino en paralelo al Cantábrico es una de esas experiencias que todos deberíamos vivir.
El Camino de Invierno cruza toda la Ribeira Sacra, lo que permite al peregrino rendirse ante paisajes como el del Cañón del Sil, que dejan sin palabras y que recargan pilas como pocos. También podrá atravesar la mayor concentración de construcciones religiosas de estilo románico de toda Europa.
Recorrer las rutas jacobeas de la provincia significa vivir todos los Caminos al mismo tiempo: al encanto de la experiencia de caminar bajo la lluvia le siguen momentos de sol en una provincia con un clima suave. Incluso en las cotas más altas la nieve puede ser otra buena compañera de viaje.
El camino francés es uno de los preferidos por los peregrinos, algo que resulta fácil de entender y viendo todos los lugares singulares que atraviesa, como las pallozas, tradicionales construcciones de la montaña lucense que, siglos después, guardan intacto su encanto.
La capital de la provincia es única porque, además de ser la ciudad del Sacramento, concentra tres bienes proclamados Patrimonio de la Humanidad: la Catedral (que custodia el Sacramento), el Camino Primitivo y la única muralla romana que se conserva íntegra en todo el planeta.
No importa qué Camino escojas a tu paso por la provincia de Lugo: siempre encontrarás un vecino dispuesto a ayudarte y a darte la información que necesitas. En ocasiones dicen de ellos que son gente parca en palabras pero no hay mejor manera de desmontar ese estereotipo que comprobándolo en primera persona.